Hace unos días Jesús Eguiguren sufrió un escarnio publico cuanto tuvo que acudir a declarar al juicio contra Arnaldo Otegui y otros miembros de la Izquierda Abertzale. Hasta aquí solo diré que me apena enormemente, que alguien que ha sufrido y ha luchado tanto por y contra el terrorismo se vea sometido a semejantes juicios de valor, por parte de aquellos que utilizan a las victimas del terrorismo de manera tan absolutamente interesada, mercantilista y zafia como lo hacen algunos. Jesús, solo decirte que tienes el apoyo de todos los compañeros del partido y de muchísimos ciudadanos de este país que desean el final de ETA.
De cualquier manera, el motivo principal de este post es comentar lo ocurrido durante aquella sesión entre Rafaela Romero, mujer de Jesús Eguiguren y presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, y Angeles Pedraza, presidenta de la asociación de victimas del terrorismo (AVT) que estaban allí presentes. En un momento dado, y según han narrado algunos testigos, Rafi, que así la llamamos los que la conocemos desde hace muchísimo tiempo se dirigió a ella tras estar soportando como interfería continuamente en la declaración de su marido y la espeto: “si nos matan no lloréis”. Esta frase ha sido criticada, así como la actitud de Rafi, acusándola de utilizar una mirada amenazante y un tono de voz agresivo. Pues bien, Rafi, de verdad, que si a mi me matan, por favor, que tampoco vengan a llorarme, porque si a la persona que ha abierto las Juntas Generales a las victimas del terrorismo, a la persona que ha tomado como bandera el resarcimiento de las victimas, así como su defensa. A la persona que ha venido sufriendo, viendo como aquellas personas a las que quería, primero, caían a manos de los terroristas, podemos ver el ejemplo de Isaías Carrasco, compañero de Rafi como concejal en el ayuntamiento de Mondragon, y luego, aquellos que dejaban su tiempo, e incluso su salud, en sesiones maratonianas para conseguir el fin de ETA. Si a esa persona que, desde hace muchísimos años se la ha conocido una trayectoria absolutamente inequívoca como defensora de las victimas del terrorismo y como referente en el enfrentamiento y la denuncia publica de aquellos que defendían el terrorismo. Si alguien se permite el lujo de cuestionarla, sinceramente, que ese alguien a mi no venga a lamentarme.
Pienso que en este pais hay quienes han cambiado las tornas de manera interesada. Las asociaciones de victimas, por favor, que defiendan la memoria de las victimas, pero que se abstengan de intentar influir en las decisiones que tienen que tomar los representantes de todos los ciudadanos, que tienen que basarse en nuestro sistema de justicia y en el interés general, no en los espíritus vengativos de algunos ciudadanos ni en los intereses políticos y partidistas de algunas organizaciones.
